Saludos a todos los amables lectores de este blog
En textos anteriores me he permitido
manifestarles la preocupación que siento y que con certeza será la preocupación
de muchos otros profesionales de la salud en el Ecuador sobre el decadente y
poco práctico sistema de formación de los médicos que logran acceder a una
plaza de residencia en los diferentes hospitales de nuestro país.
Sin embargo, en esta ocasión me permito
poner a su consideración algunas ideas que pueden ser útiles para cambiar este
"perverso" círculo vicioso en el que ha caído la salud en nuestro
país.
Como antecedente es importante indicar que
en nuestro país existe aproximadamente 2 médicos por cada diez mil habitantes
(http://www.indexmundi.com) lo que lo ubica como uno de los países de la región
con mejor densidad de médicos por número de habitantes, inclusive superando a países
como Chile, Colombia o Perú. Entonces cabe preguntarse ¿ Por qué tenemos la
necesidad de traer profesionales de otros países para que ocupen plazas de
trabajo en los hospitales de nuestro país?. La respuesta está en los "terroríficos"
y escalofriantes datos que arrojan las estadísticas en nuestro país. Según
datos del INEC en el año 2010 el 24% de los médicos eran médicos generales,
seguidos por un 7,9% de cirujanos generales, 7,8% de ginecólogos, 7,6% de
pediatras y 3,9% de internistas. El resto de las diferentes subespecialidades
tanto clínicas como quirúrgicas no llega a alcanzar el 4%.
Entonces queda claro que el sistema de
educación médica en nuestro país ha sido un fracaso ya que no hemos podido
garantizar el suficiente número de especialistas de acuerdo a las necesidades
que exige la demanda de atención de salud por lo que requiere una verdadera y
urgente reestructuración.
En primer lugar y contrario a lo que se ha
hecho en estos últimos años se debe nuevamente empatar la actividad asistencial
con la actividad docente. No se puede culpar de la "baja producción"
de la atención en nuestros hospitales al hecho de dedicar tiempo al proceso de
enseñanza y de entrenamiento a los médicos en sus diferentes etapas de
formación.
En segundo lugar debe existir un sistema
nacional único de adjudicación de las plazas de
residencia en las unidades públicas y de la seguridad social en nuestro país
mediante un examen nacional en el cual se ponga a concurso todas las plazas de
las especialidades básicas como son medicina interna, cirugía general,
ginecología y obstetricia, traumatología y medicina familiar y sea el médico
residente de acurdo a su calificación quien escoja la unidad a la que pueda
pertenecer, de esta forma se garantiza que todos los hospitales en el país
tengan el número adecuado de residentes por especialidad y se elimina para
siempre la figura del "residente asistencial" ya que todos pasarían a
ser residentes de formación.
Con este sistema se garantizaría que en
nuestro país en un período de 3 o 4 años se cuente con el número suficiente de
médicos especialistas, los cuales a su vez podrían ingresar a los cursos de
subespecialidad dependiendo de la rama médica en la cual se hayan entrenado.
Esta forma de repartición de las
residencias médicas permite formalizar el proceso selectivo de residencias y
podría garantizar de alguna manera un mejor nivel en el proceso de formación de
los mencionados profesionales lo que a la larga permitirá mejorar la calidad de
atención en nuestro país.
Finalmente, es importante rescatar que
para hacer medicina de calidad no basta con tener una buena infraestructura si
no se trabaja en los mas importante y fundamental que es el médico en si.
"Dondequiera que
el arte de la medicina es amado, también hay un amor a la
humanidad".-Hipócrates.
"El arte de la medicina consiste en entretener al
paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad".-Voltaire.
"El buen médico trata la enfermedad; el gran médico
trata al paciente que tiene la enfermedad".-William Osler.