sábado, 30 de enero de 2016

El médico burócrata.....una penosa realidad



Saludos nuevamente, en esta ocasión me permito compartir algunas reflexiones sobre el diario vivir que sucede en los hospitales de nuestro país en donde parece que la “fiebre” burocrática tristemente se ha apoderado como una auténtica epidemia de los médicos a todo nivel y en todo nivel de formación.


Es fácil encontrarse ahora en los hospitales con un número cada vez más escaso de profesionales con verdadero sentido humanista siendo cada vez más frecuente encontrar médicos que desde las primeras etapas de formación se han transformado en verdaderos burócratas que simplemente cumplen un horario como todos unos verdaderos “servidores públicos” y que no presentan ni un ápice de incentivo más allá de cumplir las 40 horas semanales que por ley han de trabajar.


Cuanta responsabilidad en esto tienen las autoridades de salud que se han dedicado a “burocratizar” los hospitales y los centros asistenciales dejando de lado un ámbito fundamental como es el aspecto docente, clave para el desarrollo profesional tanto de los médicos en formación como de los médicos tratantes.


Con este preámbulo, me permito dejarles estos siete principios postulados por el Dr. Gregorio Marañón sobre el médico humanista:






1- Generosidad absoluta


Estas luminosas palabras de G. Marañón lo dicen todo:



“ Ser, en verdad, un gran médico es el amor invariable al que sufre y la generosidad en la prestación de la ciencia, que han de brotar en cada minuto sin esfuerzo, naturalmente, como el agua del manantial..
.. con la idea clavada en el corazón de que trabajamos con instrumentos imperfectos y con medios de utilidad insegura, pero con la conciencia cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor”


2- Cultivar y preservar los principios morales


Sabiendo que estos, siempre serán el motor de nuestra actividad profesional.


Y admitiendo que en mayor o menos medida, siempre se hallaran cuestionados o amenazados desde la propia realidad social.
Nuevamente estas palabras de G. Marañón :
"No existen fronteras para el medico: su pasaporte es universal, carece de caducidad y tiene una sola nacionalidad: la Humanidad" * Juan Francisco Jimenez Borreguero


La Medicina vive de su indudable eficacia, cada día mayor; pero vive también y actúa beneficiosamente gracias a su prestigio, al mito de su eficacia, que es parte del honor profesional.”
"Cuidar ese prestigio es obligación primordial de los médicos, sin mas limitaciones que las que impone la salud del enfermo y la propia conciencia".
A este respecto G. Marañón nos dice:
Mucho tiempo antes del auge de la Medicina psicosomática sabíamos todos que una piadosa e inteligente inexactitud deliberadamente imbuida en la mente de un enfermo puede beneficiarle mas que todas las drogas de la farmacopea.
“Ahora repito lo que he dicho otras veces: que estos médicos que atropellan la infinita sensibilidad de un enfermo y de sus familiares con tal de no equivocarse, con tal de que no padezca su reputación, son lo peor de la profesión nuestra; mas nocivos que los médicos distraídos y que los ignorantes" GM.
Y es que, la propia naturaleza del trabajo del médico conlleva a estar en contacto con el sufrimiento humano y la muerte, lo que tal vez le impulsa hacia actividades artísticas como reacción compensadora y saludable.
Sobre esto, nos ilumina G. Marañón también, con estas palabras:
"Todo pasa menos la Verdad y la belleza, pero la Verdad no es de este mundo,.. la belleza si".

"Si ser médico es entregar la vida a la misión elegida.


Si ser médico es no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día.


Si ser médico es hacer de la ambición nobleza; del interés, generosidad, del tiempo destiempo; y de la ciencia servicio al hombre que es el hijo de Dios.


Si ser médico es amor, infinito amor, a nuestro semejante....


Entonces ser medico es la divina ilusión de que el dolor sea goce; la enfermedad salud; y la muerte vida."


3- Defender siempre la Dignidad humana



Reconociendo que es intrínseca al ser humano y no depende de las circunstancias, cualesquiera que estas sean: edad, salud, sexo, religión, color de piel, hallarse dentro o fuera de su país ... o "dentro o fuera de su madre", etc.


Esto conlleva no perder el sentido critico ante situaciones injustas, y luchar en lo posible y en "lo imposible" contra medidas aberrantes o presiones del poder establecido que atenten contra la Dignidad humana y/o contra la vida.



4- Vivir el compañerismo

Compañerismo lo podríamos definir como el fraternal sentimiento de amistad que surge espontáneo, hacia quien comparte el mismo camino y destino: la Dignidad humana, y hacia quien sostiene el mismo peso: el de la responsabilidad.






A este respecto G. Marañón nos dice:


“ Hablar mal de otro médico es, por muchas razones que tengamos para ello, hablar mal de la Medicina, y por lo tanto, hablar mal de nosotros mismos.



Desautorizar la actuación de un colega puede convenir a la vanidad o al interés inmediatamente del que critica; pero pronto la piedra, de rebote, caerá sobre su propia cabeza y sobre la cabeza de la Medicina".



5- Cultivar y estimular el entusiasmo


Alguien dijo que el entusiasmo es la hormona del alma, y por ello el signo de salud espiritual.


Hay que admitir que no es fácil preservarlo en estos tiempos de desencuentro, en los que la sanidad en España, esta gestionada bajo criterios manipulativos por el poder político, degradando y pervirtiendo a menudo el acto médico.


Aunque siempre existe un espacio inviolable e inaccesible en la relación médico-paciente, que nos permite desarrollar y hacer fecunda la acción propiamente medica y humana.


El entusiasmo también se manifiesta a través del estudio y actualización del conocimiento pues la Medicina crece mas deprisa que nosotros mismos.


A este respecto G. Marañón nos dice


" El medico escéptico, por lo tanto esta casi inerme en la lucha contra la enfermedad "



6- Vivir y transmitir el humanismo medico


Todos los trabajos suponen cuotas de poder social, y el medico sin duda, lo posee en mayor grado.


Administrar ese poder con responsabilidad es tarea de todos, recordando siempre que es un poder "prestado", y que hay que devolverlo -a veces a precio de usura- en forma de servicio y generosidad, evitando los abusos o "borracheras de poder" .


Por ello se debe procurar siempre el trato humano.


Todos los médicos sabemos, y son múltiples los casos que lo corroboran, que "la esperanza también es curativa", y por ello cerrar puertas, aun cuando parezca "objetivamente" (nunca lo es ) que no hay horizonte, es tal vez una forma de cortar y acortar vidas



“Debemos declarar heroicamente que el medico no solo puede, sino que a veces, debe mentir. Y no solo por caridad, sino con el más riguroso criterio científico.


7- Cultivar otras actividades creativas extramedicas



Ya dice el refrán que "Quien sólo sabe de medicina, ni de medicina sabe" .



"Vivir no es solo existir, sino existir y crear; saber, gozar y sufrir, y no dormir sin soñar; .. descansar es empezar a morir"


4 comentarios:

  1. Espero cualquier caso mentario o sugerencia sobre este blogg

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Excelente artículo Álvaro. Felicitaciones.

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  4. Que análisis profundo y real de la actual medicina y sus grandes falencias. Felicitaciones Alvarito

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